La siguiente entrevista fue propuesto por Cosmopolitan a través de Mediquo-tu chat médico. Servicio se asesoramiento online donde intervengo como sexóloga y terapeuta de pareja.
¿Cómo se podrían aplicar los principios del feminismo a las relaciones de pareja o sexuales?
Principalmente rompiendo con la estructura del modelo de ‘amor romántico’, sufriente e insatisfecho, y los estereotipos de género que erosionan la libertad afectiva y sexual; redefiniendo desde la propia persona -hombres, mujeres y personas no binarias- una igualdad real, sin jerarquías en las relaciones afectivas y sexuales.
El feminismo propone construir relaciones alejadas del rol dominación-sumisión (no nos referimos aquí evidentemente a relaciones libremente consentidas y no perjudiciales de BDSM), de la dependencia emocional, de la premisa de satisfacer al hombre por encima de cualquier otra consideración, del concepto de ‘propiedad carnal’...Su logro contribuirá enormemente a disminuir los feminicidios.
¿Crees que realmente las mujeres tienen hoy en día relaciones igualitarias también en el sexo?
Si. Una oleada de mujeres han sido capaces de romper con el modelo patriarcal enraizado en las relaciones sexuales, transformando sus vidas sexuales en un factor esencial para su felicidad y bienestar emocional. Estas mujeres empoderadas sexualmente están sirviendo de ejemplo para muchas otras. Sin embargo, queda un amplio sector de población por despertar y concienciarse del daño que inflige no cuestionarse ni dejar atrás el modelo relacional del patriarcado.
¿No crees que el sexo está dominado aún por los deseos y fantasías masculinos y que las mujeres no nos hemos planteado aun cambiar ese modelo o nos cuesta trabajo?
Desgraciadamente aún tiene mucho peso el modelo patriarcal, muy enlazado hasta hoy con el sistema social y económico. Todo lo que nos rodea, desde las redes sociales a las conversaciones de la calle, pasando por una pornografía agresivamente machista, está aún impregnado, aunque sea sutilmente –o no-, de esta "dominación", que impide a muchas mujeres expresar abierta y libremente su sexualidad. Muchas mujeres, cada vez más, son conscientes y luchan para desbaratar todo aquello que impide las relaciones afectivas y sexuales igualitarias. Claro que cuesta...puede ser por miedo, por no saber cuestionar el modelo o por tener en este momento poca capacidad de discernir qué es lo saludable en las relaciones de lo que evidentemente no lo es. Tradicionalmente, se ha aceptado sin dudar que debe dominar el deseo y la fantasía masculina, sin mayor reclamación, y cuesta cambiarlo.
Evidentemente hay una gran diferencia según el sector de población, no todas las mujeres tienen la misma oportunidad de ser libres y de empoderarse. Por eso las que forman parte del grupo de mayores recursos de todo orden deben unirse y alzar la voz por todas y cada una de las mujeres, dando sitio y siendo altavoz de otras mujeres menos privilegiadas.
¿Qué nos bloquea a la hora de asumir y reivindicar nuestro propio placer?
La cultura machista, misógina, y la desinformación en torno al placer femenino. La mujer ha sido educada tradicionalmente para complacer y olvidarse de su propio cuerpo, de sus propias sensaciones. No hay día que pase en el consultorio de Mediquo en el que decenas de mujeres me pregunten lo mismo: ‘¿Cómo puedo complacer a mi marido?’, ‘No siento orgasmos y finjo para no hacer sentir mal a mi pareja’, ‘¿Cómo puedo ser mejor amante para que mi marido no me deje?’… Cuando llevas un rato conversando con cada una de ellas, te das cuenta cómo ha calado a fondo la educación machista. Ellas se olvidan de su propio placer, solo les importa el de sus parejas por un ‘Tengo miedo de perderlo’ o ‘Mi placer no importa’.
Y, de otra parte, si indagamos en estudios sobre estas cuestiones, la investigación sobre la sexualidad masculina ocupa un espacio preeminente sobre la femenina, lo que es un ejemplo más de lo que comentamos.