Los personajes habitados llegan a tener diferentes funciones y distintas maneras de expresarse. Algunos son una protección por lo que vivimos en la infancia. Otros surgen por el cuento que te cuentan. Otros tantos son una mezcla de ambos. Y pocos son, los que te acompañan a conectar con tu propósito. Éstos últimos son los que dejas de lado por creer que te alejan de ti como el resto. Los ignoras para hacer caso a lo heredado sin cuestionar. En muchas ocasiones se entremezclan tantos personajes que caes en el olvido de lo que eres en estado original. Cuando estés cerca del propósito, suelta el personaje para fundirte dentro de ti, con tu Ser.
¿Eres capaz de darte cuenta cuándo estás habitando cada personaje? ¿Eres consciente de las máscaras que te pones según quién tienes delante? Personajes, máscaras, corazas… llámalo como quieras porque la gran parte de éstos, te acaban limitando en mayor o menor medida. La mayoría de ellas son una invención de lo que no eres en lo más profundo de tu interior. Muchas son tu proyección de lo que crees que has de ser en vez de lo que sientes que eres.
Ahora toca desprenderse de las capas para dar paso a nuestra verdadera esencia. Una esencia interconectada a un cometido mayor. A favor de la comunidad, de lo colectivo. Apartarse del egoísmo para ser generosas compañías. Dejar atrás la envidia para dar lugar a la cooperación. Habitar la benevolencia y soltar la persecución del éxito individual. Mirar a las otras personas para tenerlas en cuenta. Dejar de excluir. En vez de mirar por encima del hombro, mirar de frente a los ojos. Desistir en cortar el paso ajeno para cocrear en paralelo. Hacer el Amor con sinceridad, sin mentiras. Desear el placer ajeno al unísono que el tuyo. Disfrutar al ver otras personas disfrutar. Gozar después de llorar. Enfadarte sabiendo que hay un perdón, el tuyo hacia ti. Amar honestamente y no con falsas promesas.
Básicamente es, salir de nuestro ombligo para responsabilizarnos del bienestar general. Cada cual desde sus atributos y capacidades. Sin artificios. Desde la simpleza y lo sencillo. A veces no hace falta que sea un cometido muy elaborado. Puedes llevarlo a cabo en tu casa, en tu barrio, con tus amistades y familiares, en tu comunidad de vecinxs, en tu equipo de trabajo, con desconocidxs en la calle, en el supermercado, en un paseo por un pueblo o ciudad, en una fiesta, dando una clase… Hay muchos escenarios donde practicar la salida del personaje. Y cada escenario trae un aprendizaje que rompe patrones. Patrones restrictivos incrustados hasta la médula.
Poner conciencia a los personajes aportará luz en nuestros caminos y a la vez, en la de otras personas. Personas como tú, y como yo. No eres mejor que nadie. Ni yo soy mejor que tú por escribir esto.
Practica ‘salir del personaje’ una y otra vez hasta convertirte en tu propia observadora. Ahí podrás experimentar la disolución de los patrones. Sentirás como los personajes, máscaras y corazas pierden fuerzas hasta desintegrarse. O al menos, estarán ocupando el menor espacio en tu cotidiano.
Tu conciencia emocional aumentará. Aparecerá más calma y más unión.
Tu conciencia corporal se hará más evidente. Te proporcionará muchas más respuestas que tu mente ordinaria (común).
Estarás más presente cuando ames.
Follarás más libre.
Serás tu verdad.
Nota: la fotografía es de Laura Alonso. IG: indiagitana_